La seguridad industrial es el conjunto de normas obligatorias enfocadas a la prevención y protección de los accidentes laborales capaces de producir daños a las personas, a los bienes o al medioambiente de la institución o empresa.
El principal uso de la seguridad industrial consiste en minimizar los accidentes laborales actuando como agente preventivo, pero también cubre la investigación de accidentes en caso de presentarse.
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La seguridad industrial es una disciplina obligatoria en todas las empresas que trata de manera sistemática la prevención de lesiones o accidentes de trabajo en los entornos industriales.
Es aplicada en los usos de las maquinarias o herramientas y cumplen la doble función de facilitar el desempeño laboral y mantener la confianza en el trabajo que se ejerce haciendo que el trabajador se sienta seguro y libre de riesgos.
Toda empresa o industria debe tener clara su responsabilidad con sus trabajadores y hacer que sus empleados cumplan una serie de normas y condiciones, como son el uso de cascos industriales, botas, guantes y otras herramientas proporcionadas por la empresa, con el fin de garantizar su seguridad y protección. Estos equipos deben seleccionarse de acuerdo con la ocupación y los riesgos específicos. La empresa debe, además, establecer procedimientos de control para el citado equipo de protección personal desde que es encargado, recibido, almacenado, entregado y utilizado.
El área de la seguridad industrial suele estar a cargo de un ingeniero industrial por pertenecer al grupo de estrategias de optimización de rendimientos. El supervisor de seguridad debe controlar y hacer seguimiento del cumplimiento del reglamento de los productos e instalaciones.
El principal objetivo de la seguridad industrial es conseguir tener el mínimo de accidentes y por ello se trabaja con una planeación detallada en la identificación de peligros de las instalaciones y los procesos de trabajo. Se determinan acciones de monitoreo, ejecución y control para reducir el riesgo de accidente. Implica también, la puesta en práctica de dispositivos y protocolos de manejo para casos de emergencia.
Además de proveer al trabajador de las herramientas y la indumentaria, es deber de la empresa el dotar a los trabajadores de los conocimientos y capacidades necesarias, y hacer cumplir unas normas de seguridad como medidas preventivas que permitan desarrollar el trabajo de manera efectiva. Las empresas o instalaciones industriales incluyen una gran variedad de operaciones como la generación de energía, transformación de productos químicos, fabricación y eliminación de residuos que requieren un manejo muy cuidadoso ya que tienen muchos peligros.
La seguridad industrial debe velar porque esas actividades se realicen con el menor riesgo posible para los profesionales que las ejecutan, las personas en general, los bienes y el medio ambiente. Como consecuencia de la preocupación por el riesgo, la seguridad industrial ha ido materializando en una serie de leyes, decretos y reglamentos que articulan de manera eficaz las exigencias planteadas y hoy en día, casi todos los países disponen de legislación de seguridad industrial.
Las actividades de producción en una planta industrial se caracterizan por ser generadoras de empleo masivo y, desde el punto de vista empresarial, la seguridad industrial ayuda al aumento de la eficiencia y la productividad, ya que, al proteger la integridad de las personas, se disminuye la rotación, los procesos de contratación de personal y las bajas por accidentes laborales.
Este tipo de actividad empresarial requiere un alto volumen de trabajadores y las empresas pasan a ser responsables de la seguridad de sus empleados. Contar con un sistema apropiado que permita controlar la seguridad de los trabajadores es fundamental para lograr la productividad que la compañía necesita.
Estos son los cinco factores principales a tener en cuenta para garantizar la seguridad industrial:
Además de cumplir con la normativa y las leyes establecidas, hay que establecer políticas propias para dar seguridad a los empleados. Una forma de elaborar el presupuesto es estudiando las estadísticas de los accidentes que han ocurrido y los sobrecostos que han causado.
Lo mejor es tener en consideración las normas vigentes para el tipo de planta industrial en el momento de su construcción y en la instalación de equipos. Hay muchos factores a tener en cuenta como que la planta cuente con los servicios de acueducto, energía, comunicaciones y transporte. Verificar también las condiciones de seguridad, accesos autorizados, vigilancia o la comunicación con la policía y bomberos. En relación con la maquinaria y el equipo hay normas básicas de distribución y localización para tener un buen flujo de trabajo.
Contar con el equipo necesario en función del trabajo desempeñado. Existen equipos para protección de cabeza, cara, ojos, oídos, sistema respiratorio, manos, pies, trabajo en alturas y espacios confinados.
Es fundamental concienciar, formar y hacer partícipes a todos los trabajadores de la importancia de la seguridad laboral. Los programas de formación requieren control y seguimiento, verificando que todas las personas reciban el entrenamiento establecido.
Hay que controlar, monitorear y verificar que se están cumpliendo todas las normas lo que permite ver los logros alcanzados y en qué puntos se puede mejorar.
Como conclusión, podemos afirmar que la seguridad absoluta no existe y que siempre hay riesgos naturales y biológicos que confieren en nuestro día a día. En la seguridad industrial pasa lo mismo, no existe la seguridad absoluta, pero se ha llegado a un nivel de seguridad muy alto y hay que seguir trabajando para que la aparición de nuevas tecnologías, medios de producción y comercialización tengan el máximo nivel de seguridad para la población en general y para los trabajadores expuestos a los riesgos industriales.